Profesor Jordi Estapé, Director científico de la Fundación FEFOC
Mayo 5, 2019
Es un cáncer muy poco frecuente, menos del 2% de todos lo tumores en hombre, lo que viene a representar de 2 a 3 casos anuales por cada 100.000 hombres. Su mayor incidencia se da en varones entre los 15 y los 39 años. Con su tratamiento se ha conseguido uno de los mayores progresos de la Oncología, en concreto de la quimioterapia antineoplásica. Dada su edad de presentación, su diagnóstico suele causar mucho impacto mediático, siendo bien conocidos los casos en deportistas famosos.
Si bien sus causas son desconocidas, son más frecuentes en varones con un desarrollo testicular anormal. El caso más conocido es el denominado criptorquidia o falta total o parcial de descenso de uno o ambos testículos, problema pediátrico de una cierta frecuencia. En estos casos de testículo “escondido”, el riesgo de desarrollar en el mismo un cáncer aumenta 14 veces.
En cuanto a síntomas no hay ninguno indiscutible. Es característica la presencia de una masa o bulto testicular, la pesadez testicular y el dolor. Algunos casos se acompañan de ginecomastia (aumento de tamaño de las mamas).
Por lo general tienen un buen pronóstico, mediante cirugía acompañada o no, según los casos de radioterapia y quimioterapia. Tratamiento que puede causar infertilidad, por lo que se recomienda al paciente, que, si desea tener hijos una vez superado el tratamiento, acuda, antes del mismo, a un banco de esperma.
Puedes profundizar en el tema en www.fefoc.org