Abril 2020,
Un estilo de vida saludable es sinónimo de prevención.
La prevención es la mejor medicina de la cual disponemos. El estilo de vida en su forma más global, hábitos alimentarios y de actividad física son la clave. Lo mejor de todo, es que mayoritariamente depende de nosotros mismos.
Se estima que cerca de un 30% de las muertes por cáncer podrían ser evitadas mediante modificaciones en los patrones alimentarios a lo largo de nuestras vidas
En España un 11% de todos los cánceres diagnosticados son atribuibles al consumo de alcohol. Una sola copa de vino al día aumenta el riesgo de sufrir cáncer, especialmente de colon en hombres y de mama en mujeres. Un 21% de los cánceres intestinales son atribuibles a la ingesta d carne roja y procesada.
Un estilo de vida sedentario esta asociado con un aumento de cánceres de próstata y si además se tiene sobrepeso estos tumores son más agresivos. El tabaco contiene múltiples tóxicos y es la causa principal de muchas enfermedades oncológicas y cardiovasculares.
Los 5 pilares básicos de la prevención son:
- Seguir una alimentación saludable, con especial atención a los alimentos de origen vegetal y lo menos procesados posible.
- Adoptar un estilo de vida físicamente activo (mínimo 150 minutos a la semana, a intensidad moderada).
- Evitar todo lo posible el tabaco y el consumo de alcohol.
- Mantener un peso saludable durante toda la vida.
- Evitar el estrés crónico.
Los elementos dietéticos fundamentales para optimizar la prevención del cáncer son:
- Frutas y verduras variadas mínimo 5 raciones al día (1 ración 150 g aprox.). En especial brócoli, coliflor, cebolla, tomate, granada, frutas y verduras de color intenso.
- Legumbres, 3-4 veces a la semana (potenciar el consumo de soja).
- Frutos secos entre 3 i 7 raciones a la semana (1 ración 20-30 g aprox.).
- Aceite de oliva virgen extra, para cocinar y aliñar.
- Reducir el consumo de sal (salazones, ahumados, sal de mesa).
- Cereales: arroz, pan, avena, patata, boniato cada día e integrales si es posible.
- Limitar todo lo posible la carne roja y procesados.
- Aumentar la ingesta de pescado azul pequeño y salvaje (sardinas, boquerones, caballa).
Sería interesante introducir cúrcuma, jengibre y te verde en la dieta.
Cuestiones clave según la evidencia científica actual:
La dieta y el estilo de vida tienen un vínculo directo con el riesgo y la progresión del cáncer de próstata en hombres.
La obesidad y el síndrome metabólico son factores de riesgo evitable importantes, y su gestión, incluida la actividad física, es clave.
El tipo y las cantidades de grasas dietéticas consumidas están relacionadas con el desarrollo del cáncer de próstata.
Los alimentos de soja son beneficiosos y deben ser incluidos en la dieta.
El licopeno, el té verde, la granada y otros polifenoles antioxidantes son beneficiosos, tanto solos como en sinergia.
La Nutrigenética, la rama de la genética que estudia la relación entre los genes y la respuesta individual a la dieta, parece tener un futuro prometedor.
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