Ejercicio físico & Cáncer

By |2021-11-08T18:41:12+01:00November 8th, 2021|Public|
Profesor Jordi Estapé, Director científico de la Fundación FEFOC y Dra. Tània Estapé, psicooncóloga

Noviembre, 2021

El ejercicio físico produce preteínas contra el càncer.

Una investigación dirigida por el profesor Newton de la Edith Cowan University, publicada en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise en octubre de este año, nos avisa objetivamente que cama y descanso pueden no ser lo mejor para las personas con cáncer.

La Edith Cowan University (ECU), que se inició en 1991, está situada en Perth y Bunbury, en el oeste de Australia. Sus objetivos principales son extender el conocimiento y mejorar la calidad de vida de los australianos. Su investigación se centra en la solución de problemas mundiales reales a través de los aspectos sociales, económicos, físicos y ambientales.

El principal investigador del estudio ha sido el doctor Jin Soo-Kim, del equipo del profesor Newton. Se ha centrado en unas proteínas, denominadas mioquinas, que nuestro organismo produce cuando se ejercita físicamente. Y han descubierto que estas proteínas pueden suprimir el crecimiento de un tumor.

Para ello tomaron muestras de sangre de pacientes obesos con cáncer de próstata, todos ellos recibiendo tratamiento hormonal.

A dichos pacientes los sometieron a ejercicio físico controlado y continuado durante 12 semanas. Luego tomaron nuevas muestras de sangre. En ambas muestras, las previas al ejercicio y las posteriores determinaron el nivel de mioquinas. El nivel de mioquinas aumentó en los pacientes después del entrenamiento físico.

Sangre extraída después del ejercicio físico fue aplicada directamente en el laboratorio sobre células vivas de cáncer de próstata. Y se comprobó su efecto supresor sobre el crecimiento tumoral. Para Newton esto apunta a que el ejercicio crónico crea un ambiente supresor del cáncer en el organismo.

Para los autores, el ejercicio físico puede también complementar algunos tratamientos para el cáncer de próstata, como la deprivación de testosterona, que es efectiva y muy prescrita pero que contribuye a la disminución de la masa muscular y al aumento del tejido graso. El resultado es lo que conocemos como obesidad sarcopénica (obeso, pero con poca masa muscular), lo que complica la salud en general y el crecimiento del cáncer.

Durante el entrenamiento físico, los participantes perdieron tejido graso y aumentaron el muscular. A pesar de que el estudio se centró en cáncer de próstata (por su incidencia y la serie de problemas que inciden en la calidad de vida de los afectados), creen que sus hallazgos son válidos en general, siempre con el debido control médico.

En la actualidad, la ECU valora un estudio en que pacientes con cáncer de próstata avanzado se incorporan a un programa controlado de ejercicio físico de 6 meses. No se dispone de resultados definitivos, pero, hasta la fecha se observan algunos buenos presagios. Pese a que se trata de pacientes con mucha enfermedad y efectos secundarios de los tratamientos, para Newton, aún son capaces de producir “medicina” anti cáncer en su interior.

 

Puedes profundizar en el tema en www.fefoc.org